Excursión privada guiada de la Costa Brava desde Barcelona

Después de poco más de una hora en coche desde Barcelona, llegará a Calella de Palafrugell, antiguo pueblo de pescadores y uno de los más hermosos y originales de la Costa Brava. En este pintoresco pueblo, podrá admirar sus casas blancas, la torre del campanario, tiendas y cafeterías. Todo ello con una vista panorámica de los barcos atracados en el mar Mediterráneo. Calella es un pueblo con mucha vida; muestra de ello es el concierto de habaneras que tiene lugar en el mes de julio cada año y del que le hablarán durante la visita. La relación de Calella con Cuba es larga y hay mucho que contar al respecto. Calella es el punto de partida del Camino de ronda por el que le llevarán a Llafranc. Lleve calzado cómodo y recorrerá un sendero junto al mar, con sus hermosas bahías, rodeado por vegetación mediterránea y en contacto directo con la naturaleza. Este paseo es ideal para pareja o familias con niños. Al llegar a Llafranc visitará esta hermosa ciudad y, a continuación, irá hasta el Far de Sant Sebastià. 
En pocos minutos llegará a este majestuoso faro que preside un acantilado de 170 m en un escarpado rincón de la Costa Brava, donde el mar es el verdadero protagonista. Aquí podrá visitar también un asentamiento íbero, una torre de vigilancia y una capilla del siglo XV. El asentamiento íbero del siglo V a.C. cuenta con cuatro casas íberas de dos habitaciones cada una, así como distintas calles en una zona de unos 300 metros cuadrados. Posteriormente, visitará la Torre de Sant Sebastià, que fue construida en 1445 ante la amenaza de los piratas. Conocerá al temible Barbarroja y sus ataques en esta zona. A continuación, visitará la ermita de Sant Sebastià, con una torre con terrazas y documentada desde el siglo XV a consecuencia de la epidemia de peste. 
Por la tarde continuará la ruta a través de este paraíso hasta el pueblo de Begur, un pueblo con el máximo sabor mediterráneo que cuenta con un castillo medieval con torres de defensa. Aprenderá sobre la vida en el pueblo cuando los que se fueron a las Américas, volvieron enriquecidos y construyeron hermosas casas e introdujeron nuevas costumbres, como el café, la copa y el puro después de comer, o bien nueva cocina como, por ejemplo, el arroz a la cubana. Después de esta visita, iremos a Pals, uno de los lugares más bellos de España, un pueblo fortificado del siglo X lleno de historia y con impresionantes rincones. ¡Le fascinará!
Y, por supuesto, durante este impresionante recorrido, no puede perderse la ciudad de Pals. Uno de los lugares más bellos de la Costa Brava, prepárese para disfrutar de la arquitectura de la ciudad, la comida y las interesantes visitas guiadas a pie por este lugar único.
Posteriormente, y en el camino de vuelta a Barcelona, visitará bodegas familiares, donde tendrá la oportunidad de probar el vino casero y embutidos típicos de la zona.