Almuerzo tradicional de 3 platos con chupito de vodka ruso y velada de ballet clásico en Moscú (julio y agosto)

Debe llegar al restaurante, que se encuentra en el corazón de Moscú, por su cuenta. Pida un taxi en el hotel o resérvelo por internet. Es el restaurante perfecto, ya que está situado justo al lado del Teatro Bolshói. Allí le espera un almuerzo tradicional ruso de 3 platos con vodka. En esta experiencia repleta de emociones, podrá revisar las fotos que ha realizado durante su estancia en Moscú y sentarse en salones decorados como el Palacio Real, decorados con tracerías, mientras degusta la auténtica cocina rusa. Platos: Borsch ruso (sopa de col) con pampushka de ajo y crema agria / "Kievskaya Cutlet" (pollo al estilo de Kiev) con arroz y verduras / Rosbif a la olla con champiñones / Ensalada Olivier (pepino, manzana verde y guisantes con mayonesa) / Pozharsky Cutlet con salsa de queso / Pelmeni de Siberia / 1 chupito del mejor vodka ruso (1 por persona). Ahora puede sentirse como un auténtico ruso.

Después del almuerzo, una vez haya satisfecho su hambre, es hora de saciar la parte cultural. Como el restaurante está ubicado en pleno centro, tan solo tardará entre 5 y 7 minutos a pie en llegar al teatro. Ahora comienza la segunda parte, y no por ello menos interesante, de esta excursión de un día. El espectáculo nocturno de ballet comienza a las 19.00 h y dura unas 2 horas y media. Es una oportunidad única de ver el ballet ruso clásico sobre un escenario moscovita. Las mejores compañías de ballet ruso representarán "El lago de los cisnes", "La cenicienta", "El cascanueces", "La bella durmiente", "Romeo y Julieta" y "Giselle" con la música de Chaikovski, Músorgski, Prokófiev y otros grandes compositores rusos y europeos. Espere un espectáculo impresionante de la Escuela de Ballet Clásico de Rusia y relájese mientras escucha música mágica. La historia rusa del ballet se remonta al siglo XVII, durante el reinado de Pedro el Grande. Todo lo demás ha cambiado, pero el ballet sigue siendo igual. La imponente belleza del lugar, la elegancia del ballet y el ambiente histórico deberían ser más que suficientes para garantizar una velada realmente inolvidable.