Campo de Concentración de Terezín

La antigua fortaleza de Terezín fue construida por orden del emperador austríaco Josef II en el año 1784 y recibió su nombre por la madre del emperador. Sin embargo, actualmente es conocida por un episodio más siniestro de su historia: haber sido un punto de parada para los judíos que eran "reasentados en el este". Esta excursión le lleva desde el centro de Praga hasta el centro de una espeluznante tragedia. Afortunadamente, al final de la visita podrá irse libremente.
Las estadísticas son simplemente impactantes: de las 140.000 personas que fueron enviadas a Terezín desde la República Checa, Alemania y otras zonas, tan solo 17.000 sobrevivieron. Este no era un campo de exterminio, pero alrededor de 33.000 personas encontraron aquí la muerte a causa de la hambruna y las enfermedades. Se construyó un crematorio para gestionar la tasa de muertes, que tenía una capacidad diaria para 200 cuerpos. Simultáneamente 90.000 personas fueron enviadas a los campos de Auschwitz y Treblinka.
Con un toque increíblemente siniestro, la propaganda nazi calificó Theresienstadt de ciudad balneario. Mientras, los internos conseguían conservar su dignidad a través de celebraciones religiosas y culturales. Artistas, escritores y músicos plasmaban la vida allí, daban clases y ofrecían representaciones para los demás. Su biblioteca albergaba 60.000 libros y sus 15.000 niños recibían una educación.
Terezín cuenta con un museo y una visita guiada excelentes, que nos descubren de un modo incómodamente cercano todos los aspectos de la historia de este lugar. Entre ellos se incluyen el oratorio judío, los cuarteles de las SS, las celdas de la Gestapo, la sede del Consejo de Ancianos y los dormitorios judíos.
No será una excursión divertida sino una jornada para rendir testimonio a un episodio incómodo y trágico de nuestra historia. Si es a través de la tragedia como mejor comprendemos nuestra propia naturaleza, este puede llegar a ser el día más memorable de su visita a Praga.
La excursión le lleva desde el centro de Praga hasta el campo en tren (el desplazamiento está incluido), un trayecto de aproximadamente 38 millas/60km hacia el norte, con regreso en el mismo día. Normalmente los visitantes de este sitio de interés turístico prefieren ir y volver en el mismo día. El lugar parece no haberse recuperado de su propia historia de modo que la idea de quedarse para dar un tranquilo paseo resulta más bien fantasmagórica.