Palacio Belvedere

Situado en un complejo ajardinado con edificios espectaculares que albergan obras maestras de una gran excelencia artística; el Belvedere es una muñeca rusa de incalculable belleza. Con obras tales como El beso de Gustav Klimt, así como frescos en los techos y cuidados jardines salpicados de esculturas; hay muchas razones para visitar el Belvedere. Admira el arte, los paisajes y la hermosa arquitectura de la época en que los Austrias convirtieron Viena en el centro de Europa.
Los dos palacios Belvedere (porque a veces con un palacio no es suficiente) están repletos de arte y belleza.
Lo más destacado es la colección de obras maestras de la Edad Media y el Barroco. La colección de arte de los siglos XIX y XX incluye obras impresionistas de Monet, van Gogh y la colección más grande del artista austriaco Gustav Klimt (que incluye su famoso El beso ). Y no te pierdas la Sala Carlone, llamada así por el artista que creó el fresco del techo.
Entre lo más destacado se encuentra la espectacular Sala de Mármol de dos plantas, con medallones de yeso ovalados representando al dios Apolo. La Galería de Mármol alberga esculturas antiguas y barrocas. Y la Sala de Grotescos cuenta con algunas pinturas grotescas (en el buen sentido de la palabra).
Ven a ver esta colección de arte de primera clase, pero asegúrate de tener tiempo suficiente para pasear por los salones y los frondosos jardines.